jueves, 9 de febrero de 2017

Estar o no estar (en redes sociales): he ahí el dilema

El trabajo de prospección de clientes también es un buen ejercicio para recoger inquietudes y expectativas respecto a la funcionalidad y efectividad de las redes sociales, ya sea para impulsar las ventas, para trabajar en el posicionamiento de una marca o para abrir un nuevo canal de servicio al cliente. En medio de dicho ejercicio solemos recoger una amplia diversidad de apreciaciones. Y una de las más recurrentes es acerca de la vulnerabilidad, en términos de imagen y reputación, que implicaría estar presente en la redes sociales.


Actualmente existe un temor superlativo y a veces exagerado por parte de muchas empresas de habilitar estos espacios de comunicación debido a que internamente, los procesos de las compañías, sus productos o su atención al cliente, tienen muchos aspectos por mejorar. Si bien es un punto válido a considerar, no debería inhibir la aplicación de estrategias de comunicación que precisamente dejen en evidencia estas oportunidades de mejora. 
De hecho es una excelente oportunidad para demostrar ante la opinión pública y hacía clientes y potenciales clientes que se está ante una empresa responsable y cuidadosa de la calidad del servicio que se ofrece.
Recordemos que en el caso de Dominos Pizza en el Perú, que obligó a la cadena a cerrar sus operaciones durante algún tiempo, esta situación se originó a partir de un tweet difundido por un cliente en su propia cuenta y no precisamente a través de las redes sociales oficiales de la empresa. El tweet de este consumidor fue recogido por los medios masivos de comunicación quienes fueron los encargados de dar visibilidad al caso y la consecuente crisis que originó para la compañía. 

Como vemos, actualmente el usuario de redes sociales es totalmente independiente y en muchas ocasiones obvia la existencia de un canal oficial de una marca. Él dará su opinión, satisfactoria o no e influirá en sus propias redes de contacto. 
El consumidor actual es capaz de poner a favor o en contra -de acuerdo a su nivel de influencia- a una marca de cara a sus consumidores potenciales o actuales. Y es ahí en donde las compañías y sus marcas deben estar atentas a lo que se dicen de ellas para orientar la comunicación hacia las vías oficiales y así ganar, mantener, o en el mejor de los casos cambiar la percepción del consumidor.

Daniel García
Director Gerente
DGE Social Media Marketing

jueves, 22 de diciembre de 2016

Todos somos voceros en redes sociales

Nadie puede negar que las redes sociales son un fenómeno sumamente importante en nuestros tiempos y que han permitido acercar a las personas con diferentes tipos de personalidades que antiguamente solo las podíamos ver en el televisor o en los diarios.

Lo que también ha traído, y que pocos son conscientes de ello, es la responsabilidad de asumir todo aquello que decimos o hacemos. Incluso si estás buscando trabajo, y estás en la terna de los candidatos favoritos, no te extrañe que los empleadores hagan una búsqueda en redes sociales para poder conocerte mejor.

Sin duda este es un tema con muchísimas aristas que podemos analizar en muchos post, pero lo que me lleva a escribir en este momento, ha sido la sorpresiva "queja" de un funcionario de Saga Falabella en Facebook debido al accionar de los bomberos en el Jockey Plaza.
La respuesta que recibió de un comandante de los bomberos es épica sin duda. Pero todavía estoy sorprendida por que un funcionario de la empresa haya podido realizar tal queja. 

En primer lugar, estamos hablando de una intensa humareda que pudo generar gravísimos problemas. Y en un país en el que ya hemos tenido muchas situaciones delicadas por incendios en estas épocas, deberíamos estar más sensibilizados con la situación.

En segundo lugar, lo que este señor de Saga Falabella olvidó, es que siendo un funcionario, sus labores no terminan con un horario de oficina. Si en redes sociales te vinculan con la empresa, debes ser extra cuidadoso con las opiniones que transmites, porque por más que te disculpes luego, lo expresado va más allá de la persona y afecta la reputación de la compañía.

Todos somos voceros en redes sociales y depende de cada quién cómo lleve a cabo dicha tarea. Mi consejo: piensa dos veces antes de escribir. El impulso puede ser positivo en muchos ámbitos, no en este.


Catherine Gargurevich
Directora de Cuentas
DGE Social Media Marketing
(tomado de su blog personal "De todo un poco")

miércoles, 14 de diciembre de 2016

El balance del contenido en redes sociales

Durante los últimos años en que nos hemos especializado en la administración de contenidos y la formación de audiencias en entornos digitales, un común denominador ha sido construir imagen y reputación ya sea de marcas, compañías o personas naturales en base a contenido generado por terceras partes. Y esto no significa que esté mal, el problema se presenta cuando casi el 100% de este contenido es de terceros ya que a la vista de la audiencia que estamos congregando no estamos agregando el suficiente valor como para retenerla o fidelizarla. 
Está bien compartir contenidos de terceros siempre y cuando agreguemos algún comentario que permita entender mejor el contenido compartido o añadir información que lo complemente, sin embargo si intentamos solamente ser un simple amplificador de contenidos de otros, en el mediano plazo lo único que lograremos son dos cosas; ahuyentar a la audiencia ya cautiva o simplemente no propiciar la interacción entre ella y nosotros.
Sí, somos conscientes de que el día día y las obligaciones normales de trabajo muchas veces no nos permiten desarrollar contenido propio con la frecuencia ideal, pero tenemos que considerar que no siempre necesitamos que desarrollar extensos artículos o vídeos super producidos, también pueden ser ideas con mucha fuerza, contenido a través de 'gifs' animados, viñetas con mensajes potentes o hasta un simple tweet. 
Siempre habrán recursos llamativos para generar contenido concreto pero de alto impacto y sobre todo que no demande mucho tiempo de elaboración.

Una buena alternativa para ello es generar agendas de contenido semanal que nos permita tener actividad permanente de cara a nuestro público. Este contenido puede ser alternado con contenidos de tercero de acuerdo a la coyuntura o a la información que consideremos importante compartir y que agregue valor para nuestra audiencia.


Daniel García
Director Gerente
DGE Social Media Marketing
www.dge-socialmedia.com 

miércoles, 12 de octubre de 2016

Muy pocas cosas han cambiado...felizmente

Desde que la comunicación corporativa incorporada a los entornos digitales fue una idea que empezó a inquietarme allá por el 2004, muchas cosas de las que sostenía en ese entonces se han mantenido hasta el día de hoy, al margen de la evolución de las tecnologías, la aparición de nuevas herramientas o las tendencias en el uso de tal o cual red social.
Hoy en día, con cada presentación que hago, con cada pregunta que recibo de varios interlocutores, mi respuesta sigue siendo la misma: lo más importante en todo esto del Social Media Marketing es la generación de contenido de calidad que sintonice de la mejor manera con las audiencias que queremos comunicarnos.
Y esto es y ha sido una variable inamovible durante todos estos años, pero que lamentablemente muchas empresas de todo tipo e incluso agencias del rubro pierden de vista cuando son deslumbrados por novedosas herramientas y la tecnología per sé.
Está bien, necesitamos de herramientas basadas en tecnología para realizar mejor nuestro trabajo, para medir de manera más precisa los resultados de la puesta en marcha de determinadas estrategias, para hacer ajustes en el momento preciso y sobre todo para ofrecerle al cliente un panorama objetivo que le permita tomar mejores decisiones de cara a su gestión.
Sin embargo, no perdamos de vista lo siguiente: somos comunicadores apoyados en elementos tecnológicos y no a la inversa.

Cuando recibimos un encargo no pensamos en la tecnología o herramientas que vamos a usar, primero pensamos en los caminos viables, inteligentes y más rentables para nuestros clientes para remontar un desafío, para comunicar de manera precisa y oportuna a audiencias clave, para fidelizar y conectar públicos con las marcas. Queda para una etapa posterior en cómo lo haremos y es ahí en donde decidimos en qué herramientas estará soportada la estrategia propuesta.
Nuestra oferta de valor está en ofrecer a nuestros clientes la tranquilidad de que su imagen y reputación online y offline
está en manos experimentadas.


Daniel García
Dirtector Gerente
DGE Social Media Marketing
www.dge-socialmedia.com 

martes, 23 de agosto de 2016

Los nuevos rockstars

Hoy recordé que hace algunos meses mi hija estaba muy alborotada por la llegada al Perú de un tal Nash Grier. Tal fue su entusiasmo que renunció a cualquier obsequio futuro (cumpleaños, Navidad, etc) con tal de ver en vivo al sujeto de marras.
Luego de algunas negociaciones acepté su propuesta no sin antes investigar un poco a aquel muchacho que inquietó a mi hija y a buena parte de sus amigas. Se trataba de un ‘YouTuber’ (que debe su origen a Vine) o sea una celebridad que tiene un canal en dicha red social y que produce contenido permanente, pero en este caso sin relevancia para personas de nuestra generación.
Al preguntar acerca del talento del muchacho y qué tipo de show venía a ofrecer al país, las respuestas no fueron del todo esclarecedoras. Al ver con mis propios ojos el contenido que producía, quedé desconcertado, pues su oferta no iba más allá de bromas inocentes, alguno que otro monólogo de contenido totalmente olvidable y alguna que otra anécdota.

miércoles, 6 de julio de 2016

La creatividad es el límite

Herramientas TI para comunicadores
Exactamente hace 20 años inicié mi carrera como comunicador,  y desde ese entonces hasta la fecha he tenido la fortuna de ver,  ser partícipe y usuario de diversas herramientas tecnológicas que han facilitado mi trabajo, ya sea como periodista o como consultor en comunicación corporativa.
Recuerdo claramente aquellos días de mucho vértigo en que el cierre de edición se convertía en una especie de locura colectiva, en medio de desgrabaciones de entrevistas desde cassettes,  edición de textos frente a una pantalla monocolor basada en Windows 3.1 diagramación en PageMaker y finalmente un diligente mensajero motorizado que llevaba hasta la imprenta toda la edición terminada en un dispositivo de almacenamiento -de gran capacidad para ese entonces- y que hoy sería como el tatarabuelo de las memorias usb.  Y ya ni siquiera eso, pues al día de hoy toda nuestra actividad profesional se trabaja almacena y comparte en lo que se conoce como ‘nube’.